Los sentidos nos sirven para captar información sobre el mundo que nos rodea pero además, son una importante fuente de placer. Uno de los sentidos más olvidados es el del olfato, aunque es el que más sensible de todos ya que unas cuantas moléculas son capaces de estimular las células olfativas produciéndonos sensaciones placenteras e incluso traernos a la mente buenos recuerdos.

La aromaterapia se considera a una forma de medicina alternativa que utiliza aromas que provienen de aceites esenciales extraídos de flores, hojas, raíces o ramas de numerosas plantas, para brindar bienestar y mejorar la salud tanto física como mental.

 Historia

Las propiedades curativas y terapéuticas de los aceites esenciales se conocen desde la antigüedad, al igual que sus propiedades aromáticas y cosméticas. En India se utilizaban desde tiempos remotos una gran variedad de aceites esenciales con fines medicinales. Los egipcios al igual que posteriormente los griegos y los romanos, utilizaban aceites esenciales como medicina, como lubricante para masaje, en los baños, para embalsamar cadáveres, etc.

En el siglo X se descubrió en Arabia un proceso de destilación que causó un verdadero furor en occidente, donde se conocían como los “perfumes de Arabia”. Este proceso fue introducido en Europa por los cruzados y, desde entonces, los aceites esenciales han formado parte de la herbología occidental.

La utilización de los aceites esenciales se vio eclipsada con el desarrollo de medicamentos sintéticos a finales del siglo XVIII. Sin embargo, a principio de la década de 1920 se produjo un accidente en un laboratorio químico, lo que supuso una nueva era de investigaciones y aplicaciones de estas sustancias. Su mayor exponente fue el francés  René Maurice Gatefossé, quien publicó un 1928 un libro titulado “Aromatherapie”, del cual se derivó el término “Aromaterapia”. En aquella época el trabajo de Gatefossé no despertó un gran interés entre los científicos y los médicos.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Jean Valnet utilizó varios aceites esenciales para tratar las heridas sufridas por los soldados. Una vez terminada la guerra, Valnet siguió experimentando con la aromaterapia, introduciendo el uso de los aromas para el tratamiento de problemas emocionales. Valnet escribió un libro en 1964 con el mismo título que acuñó Gatefossé, “Aromatherapie”, el cual se convirtió en un libro fundamental de esta nueva disciplina.

Aún así, la aromaterapia no llegó a ser popular en los Estados Unidos hasta los 80’s, cuando los aceites esenciales llamaron la atención de masajistas, terapeutas, practicantes de la medicina alternativa, la industria comercial y la cosmética.

Técnicas de Aromaterapia

Actualmente, las técnicas de aplicación de los aceites esenciales para aromaterapias son la inhalación a través de la aspiración directa de los aromas, y el uso tópico. En cuanto a la inhalación, consiste en mezclar los aceites con el agua y calentarlos para que el vapor de agua que se genera sea absorbido por el aparato respiratorio.

Respecto a la aplicación a través de la piel, permite que los componentes activos penetren en el organismo ya que tiene una gran capacidad de absorción. Además, la piel protege de los posibles efectos secundarios nocivos.

Es importante señalar que los aceites esenciales no pueden aplicarse directamente sobre la piel ya que son altamente concentrados, por lo que es necesario diluirlos en otros aceites o en agua.